Valls SA comercializa el Sistema CMCE, que anula la formación de rayos, con equipos de hasta 120 metros de radio.
Debido al cambio climático es cada vez más frecuente la aparición de tormentas eléctricas. La caída de rayos es muy habitual: en el mundo se registran tres millones de descargas eléctricas diarias y si bien las posibilidades de recibir un rayo son mínimas, cuando sucede puede ser mortal. Por eso lo mejor es prevenir.
Valls S.A. es una empresa argentina que desde 1949 fabrica y comercializa productos eléctricos y electrónicos de alta eficiencia para diversos mercados. Posee dos divisiones: una destinada a cercas eléctricas perimetrales de seguridad y otra dedicada a la seguridad anti-rayos.
La firma comercializa en forma exclusiva el Sistema CMCE, que anula la formación del rayo con equipos de hasta 120 metros de radio, de modo que brinda la máxima seguridad a las personas e infraestructura.
El sistema se compone de Compensadores Múltiples de Campo Eléctrico, un producto que ha sido ponderado como de excelencia ya que anula la formación del rayo.
La compañía, además, fabrica ALARI 3, cercos eléctricos perimetrales de seguridad (CES). Y atesora más de 300 obras de seguridad perimetral en sitios remotos de telefonía celular y sitios de infraestructura crítica. Asimismo, cuenta con más de 125 instalaciones de seguridad perimetral en barrios privados e industrias.
Desde 2016 incorpora la tecnología de protección contra rayos, diseñados para proteger permanentemente el entorno mediante contramedidas que controlan y compensan los efectos electro-atmosféricos producidos en las tormentas eléctricas.
“Básicamente es un neutralizador de rayos que, a diferencia de un pararrayos convencional, protege todo tipo de estructuras y ambientes con riesgo de incendio o explosión (ATEX)”, explica Guillermo Valls. El experto en seguridad y CEO de la firma agrega que “no genera sobretensiones, evita los riesgos eléctricos, no es radioactivo, está fabricado según las normativas RoHS, y es ecológico (ya que no genera contaminación electromagnética)”.
Estas soluciones se instalan en todo tipo de áreas, desde countries y zonas urbanas, hasta complejos deportivos, fábricas, embarcaciones y monumentos. De acuerdo con el área a proteger, existen distintos tipos de dispositivos: desde edificios, minería, barcos, estaciones eléctricas, plantas de energía solar y radares; hasta pequeñas residencias, pasando por estancias, antenas de comunicaciones, barcos, embarcaciones de transporte, eventos al aire libre y piletas.
Qué es el sistema CMCE
Con más de 1.700 proyectos realizados y presencia en 40 países, estos pararrayos previenen y resguardan desde la salud de personas y animales, hasta estructuras en instalaciones críticas en tierra, aire y agua de cualquier fenómeno eléctrico cuyo modo de transporte sea el aire.
“No sólo se evitan los accidentes, sino que se reducen los costos y lucro cesante de inversiones tecnológicas que reciben daños por descargas atmosféricas”, destaca Valls.
A su vez, comenta que “los equipos están diseñados para utilizar contramedidas que controlan y compensan los efectos electroatmosféricos producidos por el cambio climático, la contaminación electromagnética a nivel industrial, meteorológico o solar, manifestados en forma de tormentas eléctricas y pulsos electromagnéticos”.
Se trata de una herramienta que está permanentemente protegiendo el área de cobertura para corregir los efectos de las perturbaciones electromagnéticas, en función de su procedencia, frecuencia, tensión e intensidad. De esta manera compensa y estabiliza la corriente de los campos eléctricos en su entorno, drenándolos a tierra y anulando la formación del rayo.
Durante las tormentas aparece un flujo de electrones en la atmósfera, lo que genera la atracción de protones en el suelo por inducción, generando la aparición de tensiones variables en todas las estructuras del suelo. El pararrayos CMCE genera un ordenamiento de flujo eléctrico de electrones y protones según la diferencia de potencial que aumente dentro del equipo entre los capacitores.
Las cargas de signo contrario se atraen y las cargas procedentes de tierra se distribuyen por el electrodo conectado a tierra, que induce al electrodo flotante para cargarse con elementos del signo contrario.
La diferencia de potencial se genera entre los electrodos. El equipo absorbe cargas en todas las direcciones. El disco inferior conectado a tierra produce una deformación del campo eléctrico circundante que aumenta la cobertura.
Alari3 realiza sus implementaciones de seguridad antirrayos con tecnología CMCE que cuenta con Sello Verde en sus productos, acción que manifiesta el compromiso de la empresa con el medio ambiente, contando con un pararrayos eficaz, amigable y sustentable. El 99% de la materia prima utilizada para la elaboración del Protector CMCE es reciclada, de manera que contribuye con un ambiente sostenible y por sobre todo más seguro.
La empresa también desarrolló un producto para detener rayos durante la actividad náutica: Marine. Se trata de un equipo liviano que se aplica a prácticamente todo tipo de embarcaciones independientemente de su porte, ya sea deportiva o de carga.
Fuente: Clarín Arquitectura
