El periodo de vacaciones es el elegido por algunos grupos de delincuentes para entrar en las viviendas que ofrecen evidentes muestras de estar deshabitadas temporalmente y sin Seguridad Perimetral.
Por eso, nunca está de más recordar algunas de las reglas básicas que se deben seguir para minimizar los riesgos, a sabiendas de que los enemigos de los ajeno suelen ser muy persistentes en sus malas intenciones, pero es mejor no facilitarles la tarea adoptando las medidas de seguridad imprescindibles. No debemos olvidar que los ladrones pueden desistir de su empeño y buscar otra víctima si encuentra demasiadas dificultades.
Por ello, seguir los siguientes consejos puede evitar un disgusto:
Cerradura de seguridad
Lo mejor es disponer de una cerradura de seguridad en una puerta con varios anclajes. Una cosa es abrir una puerta con el famoso sistema de la radiografía y otra tener que usar métodos de fuerza que pueden llamar la atención. Además, no hay que olvidar nunca cerrar con llave. Las prisas no deben jugar una mala pasada. Además, es conveniente reforzar los cierres de las ventanas para evitar sorpresas.
Evitar indicios de ausencia
Persianas completamente bajadas, buzón lleno de correspondencia, el sonido del teléfono, la misma ropa en el tendedero durante varios días o tener el timbre desconectado son síntomas de ausencia. Para evitarlos, lo mejor es dejar la llave a un vecino de confianza que de vez en cuando pase por la vivienda, suba ventanas, encienda luces y recoja la correspondencia del buzón. Si no es posible, instalar programadores para que las luces y la televisión se enciendan y apaguen a distintas horas del día y bajar al mínimo el volumen del teléfono pueden ayudar a que parezca que hay alguien en la vivienda.
No anunciarlo a los cuatro vientos
Cuidado con las redes sociales y las conversaciones en lugares públicos. No es bueno hacerlo público. Cuanta menos gente lo sepa, mejor. Comunicarlo tan solo a la familia y a personas de confianza evita que una vivienda se convierta en centro de atención. De la misma manera, si se viaja en coche, si es posible es mejor cargar las maletas en un parking que en la puerta de la vivienda. Si no se puede, cargar el coche cuando haya poca gente por la calle. Además no colgar en las redes sociales fotos de las vacaciones mientras se está fuera de casa, habrá tiempo de hacerlo cuando se esté de regreso.
Atentos a las señales en las puertas
Sobre todo en los días previos al inicio de las vacaciones. Los ladrones suelen ‘marcar’ las puertas con pequeños plásticos o poniendo silicona en la mirilla, para saber si una vivienda está deshabitada durante varios días. Si algún vecino detecta estas marcas sospechosas en cualquier puerta, lo mejor es llamar a la policía.
Guardar los objetos de valor
Es mejor esconder los objetos de valor a conciencia ya que, en el caso de que los ladrones entren en una vivienda, suelen darse prisa y coger lo que más fácilmente se encuentra, por lo que dificultarles que encuentren los objetos de valor puede contribuir a salvaguardarlos. Además, tomar notas, como número de serie, marca, modelo, etc, y fotos de los objetos para facilitar su identificación en caso de robo y recuperación.
Instalar sistemas de seguridad perimetral
Siempre que sea posible, instalar cámaras y alarmas es una buena medida de seguridad. Hoy es posible hacerlo sin un coste demasiado alto. Los sistemas domóticos que se controlan desde el móvil nos permiten ver lo que ocurre en el interior de una vivienda a distancia a un precio asequible. Y si se observa alguna anomalía, se puede avisar a la policía.
Si se puede adoptar alguna medida de seguridad adicional, siempre es conveniente hacerlo ya que la certeza de que nada ocurrirá en una vivienda en ausencia de sus habitantes no existe. Pero valen todas las trabas que se puedan poner para que los ladrones abandonen la idea de entrar en una vivienda.