La tragedia en las playas de Villa Gesell abrió la discusión sobre la legislación en cuanto a la instalación de un sistema de pararrayos. Sin embargo, aunque existe una normativa vigente y un proyecto de ley presentado, desde el gobierno bonaerense admiten que es “imposible” cubrir cada una de las zonas de construcción con pararrayos.
Según el artículo 102 de ley 19.587, de Higiene y Seguridad en el Trabajo, es necesaria la colocación de un sistema de pararrayos. “Los establecimientos e instalaciones expuestos a descargas atmosféricas, poseerán una instalación contra las sobretensiones de este origen que asegure la eficaz protección de las personas y cosas”, dice la normativa sancionada en 1979.
En tanto, en el Congreso descansa un proyecto de Ley presentado en 2011 por Sergio Pansa que habla de la obligatoriedad en la “instalación, mantenimiento y fiscalización de sistemas de protección anti rayos, pararrayos, en todo el territorio de la Nación Argentina”.
Desde el gobierno bonaerense aseguran que aunque se tenga la mejor legislación, el poco espacio (entre 100 y 200 metros) que abarca un pararrayos haría imposible una cobertura total del territorio. En ese sentido, mencionan el ejemplo de Estados Unidos, en donde a pesar de las leyes sobre el tema, las descargas eléctricas son la principal causante de muertes de los fenómenos climáticos.
En Argentina se producen unas cincuenta muertes al año por la caída de rayos. Según datos de los satélites de la NASA, las zonas del centro y Este de nuestro país son afectadas en promedio por unos 15 rayos al año por kilómetro cuadrado. La cifra se duplica en la zona Nordeste del país.
Prevención.
La tragedia del jueves último obligó a la Dirección de Emergencias Sanitarias a reforzar la información específica sobre qué hacer en situaciones críticas. Según Patricia Spinelli, a cargo de esa área, que junto a la dirección de Medicina Preventiva llevan adelante el Programa de Enseñanza de RCP y Salud en Movimiento, explicó a PERFIL que cuentan con más de 400 instructores y llevan capacitadas a unas 70 mil personas en los últimos años. “A la comunidad se le brinda un curso de RCP (reanimación cardiopulmonar) donde se explican las técnicas básicas y también se brinda un curso avanzado de resucitación y primeros auxilios a personas de áreas específicas, como docentes, policías, entre otros.
Dentro del programa de capacitación damos recomendaciones sobre qué hacer en caso de una tormenta eléctrica, entre otras situaciones y queremos dar más lugar a este tipo de casos a partir de lo sucedido esta semana”, explica Spinelli que además agrega que se reciben desde las dos direcciones, tanto Emergencia Sanitaria como Medicina Preventiva, los pedidos desde los municipios para que se ejecuten los talleres de RCP. “Notamos que años atrás, ante una lluvia los turistas se retiraban de la playa porque la caída de agua se mantenía por más tiempo.
El clima cambió y la conducta social también. Quizás ahora piensan que las lluvias son pasajeras y por eso permanecen”, sostiene Spinelli. Debemos hacer un trabajo en concientización social para que modifiquemos conductas que podrían ser las equivocadas”, dice.
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